Partimos de un espacio hermético: un módulo blanco sin ventanas; pero no por ello tan barroco... No hay ventanas directas, físicas; pero hay ventanas indirectas, digitales, telemáticas. Módulo-stream o stream-lab, con webcams, transformando la noción de espacio escénico hacia un nuevo ámbito performático. Contra la caja negra del teatro que resalta al personaxe sobre el fondo... aquí operamos más cerca de un plató de TV; con programación streaming. Los performers (bailarin@s, actores...) accionan dispositivos e interactúan en una cámara de percepción aumentada, sin espectador@s direct@s, pero sí en relación con remota con otras variables, físicas, maquínicas, humanas, históricas.